sábado, 30 de marzo de 2013

CUEVA MUR.
Ramales de la Victoria (Cantabria).
30 de marzo de 2013.

Por fin llegó el día y salimos hacia Cantabria, un lugar privilegiado para la práctica de la espeleología. Nos alojamos en el albergue de la FEE regentado por Rocío y en el que estuvimos estupendamente alojados, destacando: el buen trato y la buena comida, y además barato, seguro que repetimos.
Una vez acomodados, repasamos la actividad que teníamos programada, así que  mañana toca Cueva Mur.
Partiendo de Ramales en dirección a Lanestosa  a unos 3 km. se encuentra una carretera que sube a las cuevas prehistóricas de Covalanas, dejamos los coches en el aparcamiento de Covalanas y cogemos la senda que nos lleva hasta la entrada en unos 10 minutos.
 Los del grupo que ya conocían el terreno solo nos hablaron de la colosal amplitud de las cuevas de este lugar, comparadas con las de Pirineos, pero…¡Sorpresa! nada mas entrar tenemos que atravesar un largo y no muy alto laminador que nos lleva a la Gran Sala, esa sí que es grande(117x40x50). Lo que sí sabíamos era la existencia del famoso paso de los Retales que no es obligatorio.  Una reseña cuenta que alguien se tuvo que quitar el paquete de tabaco del bolsillo para poder pasar. He llegado a la conclusión de que solo hay dos escuelas para los escritores de reseñas de montaña, espeleo, etc: la de los que se pasan y la de los que no llegan. ¿Para cuando los realistas? En nuestro grupo pasamos los nueve, eso sí algunos nos quitamos los arneses.
            Para finalizar, toda cueva que se precie tiene que tener su “chispa” sea ésta una gatera, laminador, diaclasa, sifón, péndulo, etc, cueva Mur no podía ser menos.
Boca de acceso.
  Laminador de acceso a la cueva.
 Entretenimiento mientras montan la cuerda para descender a la Gran Sala.

Bonita formación en la Sala de los Cristales.




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